Me pregunta una amiga cómo es la dinámica de Kumon para niños pequeños y cómo se les motiva.
Teniendo en cuenta que Kumon es un método pensado para el largo plazo, el esfuerzo de padres e instructores para motivar al alumno será fundamental durante los primeros meses independientemente de la edad de éste.
Desde Kumon se recomienda empezar cuanto antes, y este cuánto antes significa, en general, a los 3 años de edad. Dependiendo del centro, es posible que acepten a niños menores de 3, que empiezan en el nivel 7A (el primero) en el que únicamente tienen que contar objetos, dos o tres, que además están representados con atractivos dibujos infantiles. Aquí el niño no usa el lápiz y necesitará, casi con toda seguridad, la colaboración del adulto.
A los niños de 2 y 3 años se les presentan los cuadernos de este nivel como un juego; no se tiene en cuenta el tiempo que le toma terminar el cuaderno y ni siquiera es necesario terminar todo el cuaderno. Hay mucha flexibilidad porque se trata del primer contacto del niño con las matemáticas y con el material de Kumon; se trata de que el niño aprenda divirtiéndose, compartiendo la actividad con su padre o con su madre: ahora cuento yo, ahora cuentas tú, ahora yo señalo los dibujos y tú dices el número, etc, etc. La imaginación es fundamental para evitar el aburrimiento y lo importante, a estas edades, es que vayan cogiendo el hábito de realizar los ejercicios a diario: será mejor que hagan una sola página a que no hagan ninguna (o a que hagan cuatro a disgusto).
La gran ventaja de que el niño pequeño trabaje con los padres es que éstos conocen perfectamente cuáles son sus capacidades, qué pueden esperar de él y en qué punto deben parar para no exigirle en exceso. Y por todo ello es también fundamental la comunicación constante de los padres con el instructor.