viernes, 30 de mayo de 2008
Cómo enseñarle un segundo idioma
Una pregunta que se hace frecuentemente es la de cómo enseñar al niño un idioma que no es el materno para nadie del entorno más cercano al niño.
Si es un idioma que más o menos dominas (y suele ser el inglés), hay varias cosas que puedes hacer:
Ponle películas en inglés. Como a los niños les gusta ver la misma una y otra vez, fácilmente irá captando palabras y frases. A veces te preguntará qué están diciendo o qué significa determinada palabra. Otras veces se lo puedes decir tú, sobretodo con las palabras o expresiones que más se repitan.
Cántale. Seguro que recuerdas las canciones infantiles que aprendiste cuando ibas a clase de inglés. Ésas que sirven para aprender las partes del cuerpo, los colores, las acciones cotidianas, los números, etc. Enséñaselas. Y cántale una nana en inglés: seguro que te sabes el Twinkle Twinkle o alguna otra canción pausada.
Introduce frases cotidianas en vuestra vida diaria. Plantéalo siempre como un juego. Dile por ejemplo: "¿sabes? En inglés "gracias" se dice "thank you". ¿A que suena divertido? ¿Lo decimos?". Y entonces, si acepta, cada vez que vayáis a decir "gracias", decís "thank you". Deben ser sólo palabras o frases cortas. Algo que utilicéis a diario, como buenos días, buen provecho, ven aquí, dame eso, por favor, te quiero, etc. Introdúcelas de una en una. Seguro que pronto te preguntará: "¿Cómo se dice en inglés....?"
Jugad a Simon dice. Ya sabes, aquéllo de "Simon dice...¡tócate la nariz!"
Pásale bits. Puedes pasarle sólo imágenes y decir tú el nombre o puedes preparar bits que tengan la imagen por un lado y la palabra por el otro. En este caso, enséñale primero la palabra mientras la dices; muy rápidamente, gira el bit para que vea la imagen y pasa enseguida a la siguiente.
Tambien puedes usar los DVD de Babybit, que puedes comprar online; existen en castellano, catalán e inglés; además de bits de lectura y enciclopédicos contienen bits matemáticos.
Todo esto te costará poco esfuerzo, es más, os resultará divertido y, cualquier día, te darás cuenta de que ¡tu hijo es bilingüe!
*Sobre los idiomas que sí son maternos para alguien del entorno cercano del niño hablaré en otra ocasión.