Motivar a un niño pequeño para que haga Kumon a diario no es tarea fácil.
Los primeros días les encanta, es algo nuevo y los cuadernos son muy atractivos para ellos. Pero después empiezan a aburrirse, se rebelan ante una tarea repetitiva que ya no tiene la emoción de lo nuevo.
Ahí es donde entra en juego la imaginación, la paciencia y la dedicación de los padres. Dependiendo del nivel y de la edad del niño, se requerirán unas formas de motivación u otras. Entiéndase que cuando hablo de motivación es ningún caso me estoy refiriendo a recompensas. Aquí la actitud y el lenguaje son primordiales:
Por ejemplo, decirle: "Cuando terminemos la tarea de Kumon veremos esa película que tanto te gusta". Esto es motivación.
Pero decirle: "Si haces el cuaderno de Kumon, podrás ver la película". Esto es recompensa y, además, chantaje y amenaza, porque en esa frase está implícita esta otra: "Si no haces el cuaderno, no podrás ver la película". Y eso, para el niño, es un castigo.
En cuanto al nivel 7A, por tanto, niños pequeños, es importante saber plantear la tarea como un juego, hay que añadirle elementos de diversión, como éstos:
-que su muñeca preferida "mire" cómo lo hace
-cuando el niño termina de contar, dibujas una cara divertida en cada dibujo del cuaderno
-puedes decirle que hoy tú vas a hacer Kumon; verás como pronto quiere hacerlo él (los niños quieren hacer lo que nos ven hacer a nosotros)
-dale un lápiz para que pinte una raya sobre cada dibujo a medida que los va contando
-enséñale a contar cantando, inventando cualquier melodía
-haced el cuaderno en conjunto; por ejemplo, una página cada uno, o un número cada uno
-compra gomets de color rojo para que pegue uno en cada página que complete correctamente (ojo, ha de pegarlos él, no tú, a menos que así te lo pida)
-compra gomets blancos y escribe un número en cada uno; luego pegas el gomet correspondiente a cada página según el número de objetos contados
-contad al unísono
Éstos son sólo algunos ejemplos para motivar al niño en este nivel, pero hay muchas otras formas. Sobretodo, ¡que cunda la imaginación!