sábado, 25 de octubre de 2008

Método Doman: Un apunte sobre el abecedario


Si has leído a Doman sabrás que recomienda encarecidamente no enseñar el abecedario a los niños. No al principio, al menos. Éste es uno de los puntos más interesantes sobre el método y de los que llevan a más equívocos.

El motivo por el que en los métodos globales para enseñar a leer (como el método Doman) se enseñan primero palabras completas y no el abecedario es bien simple: las letras son abstracciones. "a" o "b" no significan nada para un niño. En cambio "manzana" o "libro" sí significan algo que él puede reconocer.

Se supone que el niño que es expuesto a una cantidad suficiente de palabras, de un tamaño adecuado a su canal visual y en el orden correcto, irá descifrando el código.

¿Te estás preguntando qué es eso del "orden correcto"? Sólo hay una regla: no le enseñes nunca seguidas dos palabras que empiecen por la misma letra, pues el niño podría confundirse. Podría confundirse porque el código normalmente se va descifrando de éste modo:

Primero reconocen las iniciales, de modo que fácilmente confundirán la palabra "mamá" con la palabra "miércoles". Después empiezan a reconocer también la última letra, de modo que ya distinguen "mamá" de "miércoles" pero pueden confundir "mañana" con "manzana". Luego se van fijando en las letras del centro de la palabra. En algún punto de este proceso, el niño va mostrando interés por conocer todas las letras. ¡Esto es bueno! No dejes de responder a sus preguntas sobre el abecedario sólo porque Doman recomienda no empezar por él. no empezar por él no significa no enseñarlo, especialmente si el niño muestra interés.