Mary Poppins siempre fue una de mis películas preferidas y, a
decir verdad, lo sigue siendo. De pequeña sólo me fijaba en la magia de la
niñera pero un nuevo visionado de adulta y desde mi nueva afición por buscarle
el lado didáctico a cualquier cosa que se cruce por mi camino me ha hecho darme
cuenta de la cantidad de lecciones importantes que nos deja esta historia.
· La
primera lección de Mary Poppins no nos la da Mary sino
su amigo Bert. Nada más comenzar la película, cuando Bert interrumpe su
espectáculo callejero con esta estrofa: “Viento del este y niebla gris anuncian
que viene lo que ha de venir. No imagino qué irá a suceder, más lo que ahora
pase ya pasó otra vez”. Lo que anuncia el viento del este es la llegada de Mary,
que se quedará hasta que vuelva a cambiar el viento. El mensaje es doble: de un
lado, que siempre hay señales que nos guían, sólo debemos reconocerlas y
interpretarlas adecuadamente. De otro lado, que todo sucede exactamente cuándo
debe suceder y durante el tiempo preciso. Ni más, ni menos.
· La
segunda lección de Mary Poppins es ésta: Nunca juzgues a
las cosas (ni a las personas) por su apariencia. ¿Recuerdas el bolso de Mary?
¡De ahí salían las cosas más insospechadas! ¿Y los cuadros de Bert? ¡Se podía
entrar en ellos! ¿Quién te dice que la realidad es lo que está a este lado del
cuadro y no al otro? Conviene mantener siempre la mente abierta, pues a menudo
las cosas no son lo que parecen a primera vista. Pregúntenle sino a Alicia a
ver qué encontró a través del espejo.
· La
tercera lección de Mary Poppins es ésta: Todo trabajo (y
toda obligación) tiene su lado positivo. Encontrarlo o no, depende sólo de
nosotros. Lo que marca la diferencia no son los hechos en si mismos sino
nuestra actitud ante ellos.
· La
cuarta lección de Mary Poppins es ésta: Cada problema tiene
una solución (y ésta no tiene por qué ser amarga). Mary tiene un
jarabe mágico que sabe diferente para cada persona que lo toma pero que,
sorprendentemente, a todos les sirve. Igual que el trabajo no está reñido con
la diversión, tampoco los remedios tienen por qué ser desagradables.
· La
quinta lección de Mary Poppins es ésta: La risa es
contagiosa (y los excesos, perjudiciales).Sí, la risa es contagiosa. La risa
nos cambia el ánimo para bien. Alegrarle a alguien un mal día puede ser tan
sencillo como regalarle una sonrisa. El humor es una herramienta que utilizo
mucho con mi hijo pero hay que usarlo con medida porque la línea que separa el
humor de la burla es muy fina. Ésta es la lección que nos deja el tío Albert:
los excesos son perjudiciales.
· La
sexta lección de Mary Poppins es ésta: No esperes
resultados diferentes si siempre haces lo mismo. También lo decía Albert
Einstein a quien se atribuye la definición de “locura” como el hacer siempre lo
mismo y esperar resultados distintos. Cuando entran en el cuadro y se suben al
tiovivo, Bert dice “no hacemos más que dar vueltas, y así no vamos a ninguna
parte”. Y tiene razón. Uno puede dar vueltas en el tiovivo para divertirse,
pero si se quiere ir a algún lado lo mejor es abandonar la comodidad y la
seguridad del tiovivo y aventurarse lejos de él.
· La
séptima lección de Mary Poppins es ésta: La escucha es una
herramienta eficaz. No importa si hablamos de niños o de adultos. Saber
escuchar es una aptitud imprescindible y lamentablemente cada vez menos común.
El señor y la señora Banks están acostumbrados a no escuchar nunca a sus hijos.
Lo ilustra perfectamente la escena en la que el Sr. Banks destruye el anuncio
que sus hijos han redactado buscando niñera y lo tira a la chimenea.
Mágicamente, Mary se hace con ese documento y se presenta para el
puesto ya que cumple todos y cada uno de los requisitos solicitados por los
niños, que no coinciden en nada con los requisitos exigidos por su padre.
· La
octava lección de Mary Poppins es ésta: La psicología
inversa funciona. Bert la utiliza con éxito con el Sr. Banks. Mary la
utiliza con los niños, haciéndolos dormir al son de una nana llamada “no
durmáis”. Pero, igual que con la risa y el humor, la psicología inversa ha de
usarse en su justa medida.
· La
novena lección de Mary Poppins es ésta: Nunca des
explicaciones. Al menos, no a los que no están dispuestos a escucharnos.
Los que viven aún en Matrix y no están dispuestos a ver más allá no merecen
nuestro tiempo ni nuestras explicaciones.
· La
décima lección de Mary Poppins es ésta: El aprendizaje
(igual que el trabajo) puede ser divertido. Así se lo expone Mary al
Sr. Banks cuando hablan sobre las actividades que deben hacer sus hijos y así
lo vemos a lo largo de toda la película, cuando cualquier actividad se
convierte en aprendizaje.
· La
decimoprimera lección de Mary Poppins es ésta: El desapego
es necesario. Está bien tener anhelos y deseos pero si nos apegamos a
ellos generamos una situación tensa que hace que nos alejemos de su
cumplimiento. Aceptar el presente, en cambio, nos proporciona el estado de
equilibro necesario para lograr nuestros propósitos. “Ama lo que es”, nos dice
Byron Katie. Le sucede al Sr. Banks, quien se estresa cuando pierde su puesto
en el banco. Sólo cuando asume su nueva situación, el puesto le es ofrecido de
nuevo, tal como él lo había deseado.
Pero, sin duda, la gran lección de Mary Poppins viene resumida (y escondida) en una sola palabra: Supercalifragilisticoespialidoso. Digo que viene escondida porque en la película nunca se llega a explicar qué significa la palabra. Simplemente, se dice que es una palabra que se usa cuando uno no sabe qué decir. Sin embargo, los creadores del vocablo intentaron resumir toda la filosofía de Mary Poppins en una única palabra. Esa palabra es “supercalifragilisticoespialidoso” y su significado real es éste: expiar la educabilidad a través de la delicada belleza.
Lo que está diciendo es que la educabilidad se ha convertido en algo que nunca debió ser: una actividad fría, rígida y tediosa, cuando en realidad es algo bello y divertido.
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