He encontrado esta entrevista a Bertín Osborne, creo que vale la pena leerla y que Bertín y Fabiola están haciendo una labor maravillosa dando a conocer esta terapia.
LA MILAGROSA RECUPERACIÓN DE SU HIJO |
Su vida cambió desde que Kike nació con una lesión cerebral. Para él, encontraron un tratamiento casi prodigioso: comprende el 95% de lo que le dicen y empieza a hablar. Ahora quieren transmitirlo, a través de su fundación, a padres de niños con el mismo problema |
IDOIA SOTA Hace años, toda cita con Bertín Osborne (55 años) estaba rodeada de fiesta, audiencias televisivas y celebrities. Algo muy distinto a lo que el presentador y cantante ha organizado a través de su Fundación para los próximos 27 y 28 de octubre en Valencia, donde, durante tres horas, ofrecerá a padres de niños con lesiones cerebrales la oportunidad de conocer, de la mano de los mejores expertos del mundo, las posibilidades de recuperación de sus hijos. «Ya se ha agotado el aforo para los dos días. Hemos cubierto 900 plazas y tenemos las líneas ocupadas por las peticiones», explica Osborne a LOC. Su apellido tiene sabor a jerez. Y su porte, galantería andaluza y nobleza. Bertín Osborne, conde de las Navas y del Donadío de Casasola, fue el hombre que a todas enloquecía. Y como buen amante del vino y de las mujeres él les ofrecía justa correspondencia. Pero Bertín ha dejado a su dandi en el pasado. Conserva esos hipnóticos ojos azules que ya sólo miran a Fabiola (36), su mujer desde 2006 y madre de sus dos hijos menores: Kike (2 años) y Carlos, de 11 meses. Pero si algo ha cambiado la vida de Osborne ha sido, sin duda, la difícil situación que rodeó al nacimiento de Kike el 31 de enero de 2007. Durante el parto, prematuro y por cesárea, el niño sufrió una hemorragia cerebral y graves lesiones neurológicas. Desde entonces, Kike se ha tenido que someter a dos operaciones de alto riesgo, una a los pocos días de nacer y otra al año, por una infección en la válvula que le drena el exceso de líquido y alivia la presión intracraneal. «Nos dijeron que iba a ser una estaca, un vegetal». Pero no se rindieron. Fabiola se enteró de los milagros que obraba el método iniciado por Glenn Doman en Filadelfia. «Son los únicos en el mundo capaces de recuperar a niños con lesión cerebral», asegura Bertín. En España, lo practican los institutos Fay, donde comenzaron el tratamiento de su hijo, que ha notado una notable mejoría. Pero este verano decidieron ir a más: «Estuvimos dos veces en Filadelfia. Te dan de 12 a 14 horas de clase y lo que te enseñan es fascinante. Te explican el funcionamiento y el mal funcionamiento del cerebro y en qué consiste la terapia. No prometen milagros porque depende mucho de lo implicados que estén los tutores. De hecho, ellos hacen una selección de padres. No te prometen nada, pero te exigen todo». Seguir leyendo en www.elmundo.es |