Educando con valores
Cuando vemos grupos de niños en una
fiesta de cumpleaños o en la escuela, frecuentemente algunos sueles destacar
por algo que vas más allá del
talento y
la inteligencia, a todos nos encanta ese niño especial que saluda
apropiadamente, el que comparte, el que no hace berrinches y el responsable,
eso es porque podemos notar que el niño ha sido educado con valores.
Este tipo de educación nace en el
entorno familiar, no podemos exigirle a los
maestros que sean quienes se responsabilicen por ello, pues tienen a su cargo a
más niños de los que pueden manejar, y a su vez los niños en dicho entorno no
tienen un ejemplo claro a seguir, dejando que sean sus amigos quienes marquen
los patrones.
Es en esos momentos cuando nuestros
hijos empiezan a discernir entre el bien y el mal y tratan de forjar su propia
personalidad, aquellos que tengan una base sólida en valores no sucumbirán a
las malas tentaciones y serán personas de carácter más marcado, mientras que
aquellos que no hayan sido educados con valores serán más propensos a saltarse
las normas y a tener un comportamiento anarquista.
¿Cómo educar con valores a nuestros
hijos?
Este tipo de educación debe comenzar
desde la más temprana infancia, ya sea
por medio del ejemplo o conduciendolos en cada
situación por el camino correcto. Los niños deben comprender que los valores
son algo de gran importancia, no se trata de seguir un juego.
Existen diferentes maneras de
enseñar los valores, pero recomendamos que sea de manera seria, una cosa es
ayudarse con herramientas infantiles como canciones y juegos para darles a
entender el significado de la responsabilidad, la generosidad, el respeto, la
honestidad y todos aquellos valores que queremos enseñarles, pero es muy
diferente enseñarles cómo actuar en una situación en la que sean necesarios
dichos valores.
Los padres que le dan gran
importancia al comportamiento de sus hijos tienden a ser más observadores y
saltan a la primera oportunidad que tengan para enseñarles a conducirse por el
buen camino, y eso es estupendo, por ejemplo si observa que uno de sus hijos
está haciendo un berrinche por la comida, puede actuar inmediatamente ya sea
reprendiéndolo por su falta de respeto o por sus modales e inmediatamente
darles el ejemplo correcto de cómo actuar, pidiendo por favor, dejando de
llorar y gritar y esperando pacientemente.

La estrategia general es estar
pendientes y no dejar pasar los malos comportamientos por más pequeños que
parezcan en ese momento, puesto que aunque a nosotros nos parezca divertido que
nuestra hija pequeña le pegue a su hermano mayor por tocar a su peluche
favorito, estamos favoreciendo una conducta egoísta y hasta violenta, más tarde
esa niña puede convertirse en una déspota poco humilde, lo mejor es reprenderla
a tiempo y decirle que debe compartir con su hermano y que jamás debe pegarle a
los demás, al mismo tiempo podemos aprovechar para decirle al niño que no debe
tomar las cosas de otras personas sin su permiso.
Puedes incluso ponerlos a
interactuar más profundamente el problema, ¿Qué tal si tu hermana te quita tu
carrito preferido? ¿Te gustaría? O decirle a la niña ¿Te gustaría que te pegara
cada vez que tomas mi celular? ¿O que nunca te lo prestara? Eso les dará que
pensar y pronto, al ponerse en los zapatos de otro entenderán la importancia de
tener un buen comportamiento.
Lo importante de cuando enseñamos
con valores es explicar el porqué de cada cosa, si simplemente regañamos u
obligamos a que se comporten de una u otra manera, no estamos sentando las
bases para que puedan tomar una decisión correcta en el futuro.
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