Aprender a escribir -a mano- requiere un grado de motricidad fina del que los niños pequeños carecen. Ahora bien, existen varias cosas que podemos hacer para que comiencen a familiarizarse con la escritura, especialmente si se trata de niños a los que estamos enseñando a leer. Como siempre, estas actividades deben plantearse como un juego y no forzar al niño a realizarlas si no se siente con ánimo de hacerlo
- Construir palabras con letras grandes de madera recortadas, en cubos o letras imantadas. El niño irá comprobando que las mismas letras, combinadas adecuadamente, pueden formar palabras distintas e incluso palabras sin sentido.
- Repasar letras grandes. Muy grandes, en realidad. Cuanto más grandes, mejor. Se puede empezar escribiendo una palabra en el suelo con tiza -o sobre la tierra o arena- y caminando sobre ella formando cada letra con nuestro movimiento. A medida que vayamos haciendo la letra cada vez más pequeña, el niño puede repasarla por encima con otro lápiz, tiza o rotulador o con el dedo.
- Cuando el desarrollo de la motricidad fina se lo permita, deja que el niño escriba sobre diferentes superficies y con diferentes materiales.
Esta entrada aparece primero en Tarkus Kids